4.5.09


Me levanté tarde, no hice la tarea de latín, me duele la garganta y tengo un librito de Shakespeare que debe ser leído antes del miércoles. Y sin embargo estoy sufriendo una especie de alejamiento mental con todo lo que me rodea, como una distancia ante todo lo humanamente posible, y hacía tiempo no me pasaba. Las consecuencias serán nefastas, desde luego, voy a descuidar los estudios como ya me sucedió en cierta época de mi vida, luego vendrá el descreimiento y el "yo puedo con todo, no jodas", y termino con anemia cerebral en diciembre dando filosofía en la facultad desierta cuando todos disfrutan sus vacaciones. Prometí que este año no pasaría, pero indefectiblemente está pasando. Las razones...bueno, dudo que importen las razones, es más, dudo que importe que me plantee si importa, cuando esto lo lee una sola persona, a ciencia cierta. Y los demás se esconden en el lujo del anonimato, cosa que odio y que yo, por supuesto, también hago.
Pero pasemos a la cuestión en sí misma: viene Lacrimosa, y en esto también hay una especie de conexión mental-satelital (qué sarta de boludeces digo) ya que de alguna manera lo supe antes de saberlo. A ver: me enteré de la noticia a la noche, cuando a la mañana había pensado "cómo me gustaría verlos en vivo". Y cierto duendecillo mágico que llamaré F. Mischenko...(no, no, es muy obvio, mejor Fiodor M) me vino con la noticia.
En otro orden de cosas: no paro de estornudar, siento que hay un ladrillo del lado interior de mi frente, me pesan los ojos y tengo tarea que no hice. Me preparé un poco de leche con miel a lo que mi madre acotó "te vas a dormir si tomás eso", le dije BLAF y me vine acá, a escribir estas sandeces sin importancia -para ustedes, claro, para mí son fundamentales-, pero creo que se acabó, soy mayor y tengo responsabilidades que cumplir.

Blaf.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

me gusto mucho tu blog....

Dorothy dijo...

Lindo muy lindo pero si no te identificás se complica la cosa.