digo ahora como pudiera decir
espero.
la ausencia se reparte en iguales bocas -por demás hambrientas-
que en las más anónimas bajezas hallan
lo tibio
porque ha de darse -la ausencia, o quizás los labios-
equitativamente; sola ella,
y punzante.
dolor de córneas o de palmas anegadas
que no tocan
¿y qué dejan?
no más que eso: ceguera inmediata, un tantear a mano limpia,
el resultado vano.
digo me ahogo como pudiera decir
existo.
1 comentario:
Está bueno, me recordó un poco a Pizarnik.
Saludos.
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