27.5.09
Peace be with you LOL
No se me ocurre razón válida que explique cómo puede ser que la materia que vengo arrastrando desde el año pasado (queriendo rendirla, no es que me desentienda de los hechos) siempre se vea jodida el mismo día que planeo darla. El año pasado porque no había mesas con la mudanza (!) y en estas condiciones no se puede (Vassallo dixit).
Hoy me levanté a las 7, desayuné, puse a calentar la leche y dejé las galletitas en la mesada mientras me lavaba la cara; galletitas que mi gato convenientemente encontró y comió, por cierto. Y además me tengo que bancar que me reten porque el gato hace enchastre.
Estudio como loca (por favor que se pare de cuestionar lo que publico en mi propio blog, maldita sea) para enterarme horrorizada QUE EL INSTITUTO NO ABRE SUS PUERTAS PORQUE HAY DUELO.
(no soy sarcástica, lamento que un profesor haya fallecido aunque no lo conozca). Pero es increíble, alguna fuerza inhóspita no quiere que dé teoría literaria.
pd: el gato está bien, tan bien como puede estar un gato que se come un paquete de pepas. Ah, me olvidaba de dejarles esto.
24.5.09
digo ahora como pudiera decir
espero.
la ausencia se reparte en iguales bocas -por demás hambrientas-
que en las más anónimas bajezas hallan
lo tibio
porque ha de darse -la ausencia, o quizás los labios-
equitativamente; sola ella,
y punzante.
dolor de córneas o de palmas anegadas
que no tocan
¿y qué dejan?
no más que eso: ceguera inmediata, un tantear a mano limpia,
el resultado vano.
digo me ahogo como pudiera decir
existo.
espero.
la ausencia se reparte en iguales bocas -por demás hambrientas-
que en las más anónimas bajezas hallan
lo tibio
porque ha de darse -la ausencia, o quizás los labios-
equitativamente; sola ella,
y punzante.
dolor de córneas o de palmas anegadas
que no tocan
¿y qué dejan?
no más que eso: ceguera inmediata, un tantear a mano limpia,
el resultado vano.
digo me ahogo como pudiera decir
existo.
18.5.09
y si a lo indecible le sumo
un poema
-o no es para tanto, una palabra y basta-
lo indecible ya no es tal
se conjuran los más demoníacos
infiernos
los más arrebatadores fuegos
acompasados en el movimiento
imparrítmico
y espasmódicode tu carne
los versos más enfermos
más extáticos
se paren
en mi momento más terrible
23/9/07. algún septiembre.
15.5.09
No cuento con el suficiente ego como para creer que a alguien puede importarle mucho lo que escribo.
La cuestión es que son las 9 de la mañana, me levanté temprano para hacer la tarea -de la cual me estoy evadiendo en este momento, negación/evasión y demás sandeces del traumado de Freud-, el frío no me deja procesar pensamientos de manera muy satisfactoria, me tomé toda la leche y pienso que la evasión continuará hasta pasada la mitad del día, cuando me vaya de una clase que me atormenta más que todos mis demonios de la infancia juntos.
Hoy, nada más que hoy, me doy el gusto de quebrantar la rutina, porque si una vieja te quebranta la voluntad y salís de su clase hecho un despojo humano, bueno, quebrantar una rutina no ha de ser la gran cosa a fin de cuentas. No creo que muchas personas puedan entender lo que estoy tratando de decir, lo cual es desesperante en un punto y satisfactorio en otro. Extraño una época en la que tenía que analizar películas. No sé porqué pero ahora entiendo lo afortunado que supo ser ese tiempo. Me voy a hacer otras cosas que me satisfacen un poco más, se acabó, no hay Silvina que valga el día de hoy.
La cuestión es que son las 9 de la mañana, me levanté temprano para hacer la tarea -de la cual me estoy evadiendo en este momento, negación/evasión y demás sandeces del traumado de Freud-, el frío no me deja procesar pensamientos de manera muy satisfactoria, me tomé toda la leche y pienso que la evasión continuará hasta pasada la mitad del día, cuando me vaya de una clase que me atormenta más que todos mis demonios de la infancia juntos.
Hoy, nada más que hoy, me doy el gusto de quebrantar la rutina, porque si una vieja te quebranta la voluntad y salís de su clase hecho un despojo humano, bueno, quebrantar una rutina no ha de ser la gran cosa a fin de cuentas. No creo que muchas personas puedan entender lo que estoy tratando de decir, lo cual es desesperante en un punto y satisfactorio en otro. Extraño una época en la que tenía que analizar películas. No sé porqué pero ahora entiendo lo afortunado que supo ser ese tiempo. Me voy a hacer otras cosas que me satisfacen un poco más, se acabó, no hay Silvina que valga el día de hoy.
9.5.09
El acomodador de prismas fue ciertamente lo que hoy convendríamos en llamar patriota.
De manera adventicia vislumbrado por el ejército terrestre de Elópodos -división primaria de la guardia Pangea,400 a .C, liderada por el hacedor e inventor indiscutido de todas las panaceas existentes en ese agujero lumínico llamado Tierra, el amo Luxus, muerto de paludismo en 103 a .C-, en un momento crucial de la historia, en el cual las fuerzas se unían y contrariaban casi instintivamente. Cansado del espectáculo que brindaban los cohetes y el tintinear casi festivo de los fuegos, el acomodador de prismas ejercía la labor paciente, casi poética. Estos prismas no se acomodarán solos, murmuraba, y llevaba a cabo la tarea de alimentar los engranajes de la Gran Caja.
Una oropéndola aturdida y a medio morir (otra más, pensó, y maldijo) había caído en la maquinaria. Al tiempo que una horda de bombas de luz moría, paulatina, en el Cerro de los Abismos, el acomodador de prismas se lamentaba; hacer a un lado el procedimiento y alterar el complejo mecanismo de los prismas gravitantes, detener el tiempo, el curso naturalmente artificioso de las cosas, de los fuegos, colocar el pie en el pedal, casi automáticamente secar el sudor de su dermis azul (ahora casi verde por el esfuerzo y el agotamiento). A lo lejos una Fex-45 se hundía para siempre en el cráter de la antigua ciudad de Berlín. Nadie parecía verlo; nadie, aunque tamaña tarea cumplía el acomodador de prismas con lealtad. Se recordaba esto a diario, mientras observaba el rojo incandescente y devorador de la pirotecnia, levemente tranquilizado por el azul de los cristales, ahora inactivos.
Silencio, quietud.
Un temblor inesperado e inexplicable mientras el acomodador de prismas apenas vislumbraba de cerca las alas negras del animal inerte. Los engranajes incluyen en su ronda infinita al cuerpo inútil y sublevado, majestuosa y alegremente se organizan y mastican la ofrenda, realizan su labor con inusual precisión y rapidez, vuelto el mecanismo a la normalidad, vueltos los destellos en las ciudades desperdigadas de escombros.
Una lluvia lóbrega y ligera envuelve ya a los prismas que danzan al son de un rumor distante, los gruñidos opacos de las naves que quitan de la maquinaria sublime los restos del sórdido error humano.
De manera adventicia vislumbrado por el ejército terrestre de Elópodos -división primaria de la guardia Pangea,
Una oropéndola aturdida y a medio morir (otra más, pensó, y maldijo) había caído en la maquinaria. Al tiempo que una horda de bombas de luz moría, paulatina, en el Cerro de los Abismos, el acomodador de prismas se lamentaba; hacer a un lado el procedimiento y alterar el complejo mecanismo de los prismas gravitantes, detener el tiempo, el curso naturalmente artificioso de las cosas, de los fuegos, colocar el pie en el pedal, casi automáticamente secar el sudor de su dermis azul (ahora casi verde por el esfuerzo y el agotamiento). A lo lejos una Fex-45 se hundía para siempre en el cráter de la antigua ciudad de Berlín. Nadie parecía verlo; nadie, aunque tamaña tarea cumplía el acomodador de prismas con lealtad. Se recordaba esto a diario, mientras observaba el rojo incandescente y devorador de la pirotecnia, levemente tranquilizado por el azul de los cristales, ahora inactivos.
Silencio, quietud.
Un temblor inesperado e inexplicable mientras el acomodador de prismas apenas vislumbraba de cerca las alas negras del animal inerte. Los engranajes incluyen en su ronda infinita al cuerpo inútil y sublevado, majestuosa y alegremente se organizan y mastican la ofrenda, realizan su labor con inusual precisión y rapidez, vuelto el mecanismo a la normalidad, vueltos los destellos en las ciudades desperdigadas de escombros.
Una lluvia lóbrega y ligera envuelve ya a los prismas que danzan al son de un rumor distante, los gruñidos opacos de las naves que quitan de la maquinaria sublime los restos del sórdido error humano.
4.5.09
Me levanté tarde, no hice la tarea de latín, me duele la garganta y tengo un librito de Shakespeare que debe ser leído antes del miércoles. Y sin embargo estoy sufriendo una especie de alejamiento mental con todo lo que me rodea, como una distancia ante todo lo humanamente posible, y hacía tiempo no me pasaba. Las consecuencias serán nefastas, desde luego, voy a descuidar los estudios como ya me sucedió en cierta época de mi vida, luego vendrá el descreimiento y el "yo puedo con todo, no jodas", y termino con anemia cerebral en diciembre dando filosofía en la facultad desierta cuando todos disfrutan sus vacaciones. Prometí que este año no pasaría, pero indefectiblemente está pasando. Las razones...bueno, dudo que importen las razones, es más, dudo que importe que me plantee si importa, cuando esto lo lee una sola persona, a ciencia cierta. Y los demás se esconden en el lujo del anonimato, cosa que odio y que yo, por supuesto, también hago.
Pero pasemos a la cuestión en sí misma: viene Lacrimosa, y en esto también hay una especie de conexión mental-satelital (qué sarta de boludeces digo) ya que de alguna manera lo supe antes de saberlo. A ver: me enteré de la noticia a la noche, cuando a la mañana había pensado "cómo me gustaría verlos en vivo". Y cierto duendecillo mágico que llamaré F. Mischenko...(no, no, es muy obvio, mejor Fiodor M) me vino con la noticia.
En otro orden de cosas: no paro de estornudar, siento que hay un ladrillo del lado interior de mi frente, me pesan los ojos y tengo tarea que no hice. Me preparé un poco de leche con miel a lo que mi madre acotó "te vas a dormir si tomás eso", le dije BLAF y me vine acá, a escribir estas sandeces sin importancia -para ustedes, claro, para mí son fundamentales-, pero creo que se acabó, soy mayor y tengo responsabilidades que cumplir.
Blaf.
2.5.09
"(...) como hacer vendas para un soldado que todavía no ha sido herido y sentir eso de grato, que se le está aliviando desde antes, previsoramente.
que sufra. le doy un beso a la señora de Regules, el té al chico de los Rivas, y me reservo para resistir por dentro. me digo: "ahora estoy cruzando un puente helado, ahora la nieve me entra por los zapatos rotos". no es que sienta nada. sé solamente que es así, que en algún lado cruzo un puente en el instante mismo (pero no sé si es el instante mismo) en que el chico de los Rivas me acepta el té y pone su mejor cara de tarado. y aguanto bien porque estoy sola entre esas gentes sin sentido, y no me desespera tanto (...)"
que sufra. le doy un beso a la señora de Regules, el té al chico de los Rivas, y me reservo para resistir por dentro. me digo: "ahora estoy cruzando un puente helado, ahora la nieve me entra por los zapatos rotos". no es que sienta nada. sé solamente que es así, que en algún lado cruzo un puente en el instante mismo (pero no sé si es el instante mismo) en que el chico de los Rivas me acepta el té y pone su mejor cara de tarado. y aguanto bien porque estoy sola entre esas gentes sin sentido, y no me desespera tanto (...)"
"Parece una broma, pero somos inmortales. Lo sé por la negativa, lo sé porque conozco al único mortal."
J.C
( ¿Para quién es que escribo..? )
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