14.10.13

"allí están las ventanas
que te dan un pretexto 
para abrir bien los brazos.

asómate al marítimo
bullicio de las calles.

¿no oyes una sirena
que llama desde el puerto?"
O.Girondo

el sol derrama una tristeza aérea 
en los aleros de las casas
que ya ennegrecen los deshabitados patios.

alguien dice:
-mundo, rostro, estrella.
y se regocija y abre sus fauces
y apela al acorde conocido a fuerza
de repetirse,

pero, ¿cómo volver el rostro,
si aquí y ahora la tardenoche,
las enredaderas degluten sin pausa (¿las oyes?)
los pisos, los muros, las ciénagas?

este después de hora,
atroz coincidencia que -pudiendo ser otro-
es aquí, es este

(le falta un final al poema;
se niega a concluir 
como la niña en la plaza desea -y más que eso-
un infinito tiempo de arena y hamacas).

2 comentarios:

Javi Santos dijo...

Me hizo acordar, por la ausencia del final, una canción de Charly García, contenida dentro del álbum "La hija de la lágrima" y que se llama Chipi Chipi. Por demás interesante el hecho de narrar lo poético. UN saludo joaquinero.

Javier Santos

Dorothy dijo...

Muy bueno que traigas esa canción, gracias Javier.