7.1.10

'¿Por qué tan lejos de los dioses? Quizá por preguntarlo.
¿Y qué? El hombre es el animal que pregunta.
El día en que verdaderamente sepamos preguntar, habrá diálogo. Por ahora las preguntas nos alejan vertiginosamente de las respuestas. ¿Qué epifanía podemos esperar si nos estamos ahogando en la más falsa de las libertades, la dialéctica judeo-cristiana? Nos hace falta un Novum Organum de verdad, hay que abrir de par en par las ventanas y tirar todo a la calle, pero sobre todo hay que tirar también la ventana, y nosotros con ella. Es la muerte, o salir volando. Hay que hacerlo, de alguna manera hay que hacerlo. Tener el valor de entrar en mitad de las fiestas y poner sobre la cabeza de la relampagueante dueña de casa un hermoso sapo verde, regalo de la noche, y asistir sin horror a la venganza de los lacayos.'

7 comentarios:

Fiodor Mishchenko dijo...

Hell yeah! Que el mundo arda ^^

Karina Florez Chokewanca dijo...

Yeeeeee...Yo llevo el sapo!!!
saluditos
kiri

Anónimo dijo...

habrá que soportar la venganza de los lacayos... y es que un sapo como sombrero de la dueña de casa resulta ser inevitable, casi irresistible.

Obrero metalúrgico dijo...

Creo que la libre interpretación del arte comete mayores crimenes que el peor régimen totalitario

Dorothy dijo...

Viste? Bien ahí el ojo observador.

Outsider dijo...

No hay diálogo por saber preguntar... sino por saber responder.

Daniel Shields dijo...

Es absurdo. Nadie sabe de esas ventanas, nadie sabe de una fiesta ni nadie sabe ni siquiera que hay otros lenguajes. Mirá como matan a los árboles, acaso no tienen vida? en un nivel mas bajo de conciencia no se podrá uno comunicar con ellos?
Si la gente tuviera la opción de la muerte o la de salir volando creo que van derecho a la muerte, por propia decisión. Pero aún así en el caso de elegir salir volando, se estrellarían contra el piso a los pocos metros.