1.1.10

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Tienes a ratos
la cara del exilio

ese que busca voz en tus poemas.

Mi exilio es menos duro,

le sobran las defensas,
pero cuando te llevo de la mano
por una callecita de París

quisiera tanto que el paseo se acabara

en una esquina de Montevideo

o en mi calle Corrientes

sin que nadie viniera a pedir documentos.

1 comentario:

Obrero metalúrgico dijo...

Lo que pasa es que las callecitas de Buenos Aire tienen ese qué se yo viste? Lo mismo de siempre, salís de tu casa...si es que te dejan, el problema de encarcelar a alguien es que se termina perdiendo la libertad de al menos un individuo, claro que siempre se puede recuperar si tenés bastante manteca y guantes de goma