13.3.14

Cosas que hacen latir deprisa el corazón

Gorriones que alimentan a sus crías. Pasar por un lugar donde juegan niños. Dormir en una habitación donde juegan niños. Dormir en una habitación donde se ha quemado incienso. Advertir que un elegante espejo chino está un poco empañado. Ver a un caballero que detiene su carruaje frente a nuestro portón y ordena a sus servidores que lo anuncien. Lavarse el pelo, acicalarse y ponerse ropas perfumadas. Aunque nadie lo vea, sentimos un íntimo placer.




Es de noche y uno espera una visita. de pronto nos sorprende el sonido de las gotas de lluvia que el viento arroja a las persianas".


(de El libro de la almohada, Sei Shonagon, poetisa del período Heian).

Pienso: esta mujer describió (con más sutileza, dulzura y poesía de las que yo podría aspirar jamás) las mismas cosas que yo describiría hoy (si, por ejemplo, usara mi diario).
Entonces, o soy una cortesana china del año mil, o la vida sigue pasando por los mismos hermosos y perfumados lugares, a pesar de los milenios.

1 comentario:

Martín dijo...

Volví a encender mi antiguo notebook, y encontré el link de este blog guardado en los favoritos de Internet Explorer. Ya hace diez años que hay entradas nuevas, e incluso hace más años que yo leí algo por aquí, algo que ya no recuerdo, pero igual quería dejar un hito personal, por si vuelvo en el futuro, para llevar más fácil la cuenta de los retornos.